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La conectividad se refiere a la integración y eficiencia en transporte, comercio, aduanas y logística. Para los países sin litoral, mejorar la conectividad del transporte es esencial para superar las limitaciones impuestas por la falta de acceso directo al mar. Un sistema de transporte bien conectado optimiza la infraestructura y la cadena de suministro, reduciendo costes y tiempos de tránsito. Sin embargo, los países sin litoral enfrentan retos adicionales debido a su aislamiento geográfico, lo que limita su acceso a mercados globales. La deficiente conectividad y el mantenimiento inadecuado de las infraestructuras en estos países aumentan los costes comerciales y disminuyen su competitividad. Además, las barreras no físicas y los trámites fronterizos complejos agravan estos desafíos, haciendo que estos países queden rezagados frente a aquellos que sí tienen acceso directo a rutas marítimas y comerciales.

En las últimas dos décadas, el concepto de conectividad ha adquirido una relevancia que antes no tenía, gracias al advenimiento de Internet. Esta transformación tecnológica ha llevado a una interconexión global que hace que todo funcione con mayor rapidez y eficiencia. Pero, ¿qué impacto tiene esta evolución en el sector del transporte? ¿Cómo puede beneficiarnos?

La integración de redes y tecnología en un entorno conectado facilita la resolución de numerosos problemas relacionados con el transporte. Permite optimizar la gestión de flotas y mejorar la eficiencia operativa, lo que a su vez ayuda a enfrentar los retos del transporte urbano de manera más efectiva.

La conducción autónoma se perfila como uno de los avances más esperados en el horizonte cercano. Este desarrollo, que acapara gran parte de las inversiones en tecnología del transporte, representa un cambio de paradigma significativo. Sin embargo, no es el único aspecto crucial en juego.

Para que la conducción autónoma se materialice plenamente, es esencial que diversos sectores trabajen de manera coordinada. Los fabricantes de automóviles, los proveedores de servicios de conectividad y los responsables de las infraestructuras de transporte deben considerar múltiples frentes simultáneamente. La implementación de la tecnología 5G no solo debe estar integrada en los vehículos autónomos, sino también en todos los elementos del entorno que interactúan con ellos, transformándolos en nodos 5G. Este enfoque garantizará un sistema de transporte más eficiente y seguro.

Para evaluar el verdadero potencial de esta estrategia, que podría revolucionar el desarrollo económico global, se están investigando programas tecnológicos enfocados en mejorar la movilidad en naciones en desarrollo. Estos países, aunque ricos en recursos naturales y con un papel importante en la exportación, enfrentan serios problemas con sus infraestructuras de transporte.

El Banco Mundial ha encargado estudios a varios expertos para explorar esta área. Entre ellos se encuentra José Francisco Montserrat, de la Universidad Politécnica de Valencia, quien está elaborando un informe para esta organización. El propósito del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) es analizar cómo la conectividad 5G podría transformar significativamente economías en países como Bangladesh o Kenia.

En lugares como Kenia, donde los semáforos aún no forman parte del paisaje urbano, introducir sistemas de señalización conectados mediante 5G puede transformar la gestión del tráfico. Esta tecnología permitiría que los semáforos se comuniquen con vehículos inteligentes, ajustando la velocidad de estos en tiempo real para optimizar el flujo y seguridad del tráfico sin necesidad de intervención humana.

Este avance no solo mejorará la seguridad vial, sino que también facilitará una logística más eficiente en países en desarrollo. Según José Francisco Montserrat, se está investigando cómo en Nairobi el uso de 5G podría revolucionar el seguimiento de camiones que transportan pescado. La capacidad del 5G para manejar una red de dispositivos mucho más amplia que el 4G permitirá una trazabilidad precisa en tiempo real, un factor crucial para aprovechar al máximo los recursos existentes y mejorar la eficiencia en el transporte de grandes volúmenes.

La conducción autónoma no solo promete una experiencia de manejo más cómoda, sino que también ofrece la ventaja de supervisar datos en tiempo real mediante 5G. Esta tecnología avanzada permite el seguimiento instantáneo de factores como la velocidad, la carga de los vehículos y su ocupación. Además, posibilita que los vehículos interactúen directamente con las infraestructuras viales, todo ello integrado en un entorno de Internet de las Cosas (IoT) de gran escala y sin cables.

El avance hacia tecnologías como el 5G promete transformar globalmente varios sectores. Este impulso tecnológico ha llevado a importantes inversiones por parte de gigantes de las telecomunicaciones y operadores, especialmente en regiones como Europa y Asia.

En los países en desarrollo, donde las prioridades se centran en mejorar la sanidad, los derechos humanos, la educación y las infraestructuras, la llegada del 5G puede acelerar el progreso en estas áreas. Las iniciativas para actualizar de 4G a 5G no solo avanzan en tecnología, sino que también tienen el potencial de impulsar el crecimiento económico y mejorar el bienestar social, actuando como un motor para el cambio en múltiples frentes.

Colaboradores especiales

Ana

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