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Los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) buscan implementar métodos de transporte más ecológicos en las ciudades, disminuyendo tanto el uso de energía como las emisiones contaminantes, al tiempo que se asegura una mejor calidad de vida para la población. Estos planes promueven un transporte que equilibre el desarrollo económico con la cohesión social, la seguridad vial y la protección del medio ambiente. Aunque su alcance es principalmente local, pueden extenderse a nivel supramunicipal si varios municipios interdependientes así lo deciden, como ocurrió con los planes de movilidad de la Comarca de Pamplona en 2019 y la Mancomunidad de Municipios del Levante Almeriense en 2012.

El origen de los PMUS puede rastrearse hasta Francia, donde en 1982 el Ministerio de Transportes introdujo la Ley de Orientación del Transporte Interior, haciendo obligatorios estos planes para las áreas urbanas con más de 100,000 habitantes a partir de 1996.

En España, aunque no existe una legislación nacional específica para la movilidad urbana, la Agenda Urbana española, un documento estratégico sin carácter normativo, establece la movilidad sostenible como uno de sus diez objetivos principales. Para promover el transporte sostenible, se destacan acciones como la reducción del uso de vehículos privados, la mejora del transporte público y el fomento de desplazamientos a pie de mayor calidad.

La importancia de los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) ha sido evidente en el periodo 2014-2020, donde la financiación de los fondos FEDER para proyectos de movilidad urbana dentro de las Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI) dependía de su inclusión en un PMUS, asegurando así un enfoque integral y coordinado.

La Agenda Urbana Española también destaca la necesidad de contar con un PMUS como parte de sus indicadores de seguimiento y evaluación del objetivo estratégico de promover la proximidad y la movilidad sostenible. Este requisito permite evaluar si se están implementando medidas efectivas para una movilidad más sostenible y eficiente, y, en caso contrario, identificar las acciones necesarias para corregir el rumbo.

En España, la redacción de PMUS ha sido una práctica común durante más de una década. En 2019, el 92% de los municipios con más de 50,000 habitantes ya contaban con un PMUS, mientras que solo el 18% de los municipios de entre 15,000 y 20,000 habitantes habían desarrollado dichos planes. Además, muchos municipios están actualmente en proceso de elaboración de sus propios planes de movilidad, demostrando un compromiso continuo con la mejora de la movilidad urbana sostenible.

Además de los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), los Planes de Transporte al Trabajo (PTT) son esenciales para lograr una movilidad más sostenible. Estos planes se vuelven imprescindibles en áreas con alta densidad de desplazamientos hacia centros laborales, como grandes empresas y polígonos industriales. El objetivo principal de los PTT es optimizar los viajes al trabajo mediante la implementación de diversas medidas. Estas medidas, desarrolladas a través de un proceso participativo, buscan no solo facilitar la movilidad de los empleados, sino también de clientes, proveedores y visitantes.

Las iniciativas incluidas en un PTT pueden variar ampliamente. Por ejemplo, fomentar el teletrabajo es una medida efectiva para reducir la necesidad de desplazarse físicamente al lugar de trabajo. Otra medida es ofrecer subsidios o cheques para el transporte público, incentivando a los empleados a utilizar modos de transporte más sostenibles. También es fundamental realizar campañas de información y concienciación para educar a los trabajadores sobre la importancia de una movilidad sostenible y los beneficios que aporta tanto al medio ambiente como a su calidad de vida.

En el contexto español, el Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible establece que todos los centros de trabajo con más de 500 empleados, o aquellos con 250 trabajadores por turno, deben contar con un Plan de Movilidad al Trabajo. Este requisito tiene como objetivo racionalizar los desplazamientos hacia el lugar donde se desarrollan las actividades laborales, facilitando así una movilidad más eficiente y menos contaminante.

Paralelamente, no solo los municipios con más de 50,000 habitantes están obligados a tener un Plan de Movilidad Sostenible. Los municipios con una población entre 20,000 y 50,000 habitantes también deben desarrollar un plan similar, aunque simplificado, y asegurarse de revisarlo al menos cada cinco años. Esta medida garantiza que las estrategias de movilidad se mantengan actualizadas y efectivas a lo largo del tiempo.

Adicionalmente, los grandes centros de actividad, que serán identificados por los Ministerios de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y de Trabajo y Economía Social, también deberán contar con un Plan de Movilidad. La identificación de estos centros se basará en criterios como la superficie total del centro, el número de empresas y personas trabajadoras por turno, así como los patrones de movilidad en horas y días pico. Esta medida busca abordar de manera integral las necesidades de movilidad en áreas con alta concentración de actividad económica, promoviendo un transporte más sostenible y eficiente.

Colaboradores especiales

Ana

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