Según el artículo 14.3 de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, una zona de bajas emisiones (ZBE) es un área definida por una administración pública dentro de su territorio, donde se aplican restricciones al acceso, circulación y estacionamiento de vehículos. Estas restricciones buscan mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, basándose en la clasificación de vehículos según sus niveles de emisiones, tal como lo estipula el Reglamento General de Vehículos vigente. En esencia, esto representa un cambio normativo que puede estar acompañado o no de modificaciones físicas en el entorno urbano, con el objetivo de fomentar un modelo de movilidad más sostenible.
Los objetivos de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) son los siguientes:
Mejora de la calidad del aire y la salud pública: Reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos y el ruido vehicular para cumplir con las recomendaciones de la OMS y los límites de la normativa europea.
Mitigación del cambio climático: Disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en alineación con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Fomento del cambio modal hacia el transporte sostenible: Promover la movilidad activa y la recuperación de espacio público, estableciendo objetivos mínimos cuantificables.
Impulso de la eficiencia energética en el transporte: Contribuir a la electrificación de los medios de transporte y mejorar su eficiencia de manera demostrable y cuantificable.
La Ley de Cambio Climático y Transición Energética exigía que todas las ciudades y municipios españoles con más de 50,000 habitantes (que representan más del 50% de la población del país) establecieran una Zona de Bajas Emisiones antes de 2023. No obstante, en la práctica, la mayoría de estas localidades no han cumplido con esta obligación.
Esta ley define, en el artículo 14.3, las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) como áreas delimitadas por una “administración pública, en el ejercicio de sus competencias, dentro de su territorio, de carácter continuo, donde se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, de acuerdo con la clasificación de los vehículos según sus emisiones establecidas en el Reglamento General de Vehículos vigente”. Por lo tanto, todas las comunidades mencionadas en el mapa deben cumplir con esta normativa.
Tras la publicación de la ley en 2021, se necesitaba clarificar cómo debían implementar los municipios las Zonas de Bajas Emisiones. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico elaboró primero las Directrices para la Creación de Zonas de Bajas Emisiones en noviembre de 2021. Posteriormente, el 27 de diciembre de 2022, el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto 1052/2022, que regula estas zonas.
Aproximadamente 150 municipios españoles deben ajustarse a la nueva normativa y establecer una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Actualmente, las ciudades que ya han implementado estas zonas incluyen Madrid, Barcelona, Córdoba, Pontevedra, A Coruña, Sevilla, Badalona, Rivas-Vaciamadrid, San Cugat del Vallés, Valencia y Sant Joan Despí. Sin embargo, la mayoría de los municipios aún están en proceso de crear su ZBE, a pesar de haber superado el plazo establecido.
Aunque la legislación nacional no obliga a colocar la etiqueta medioambiental en el coche, las ordenanzas municipales sí lo exigirán. Esto significa que, en las zonas con restricciones de acceso conocidas como Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), será necesario tener visible la etiqueta correspondiente. Por lo tanto, si tu vehículo necesita acceder a una ZBE, deberás exhibir alguna etiqueta medioambiental de la DGT.
Las etiquetas permitidas para acceder a una ZBE son:
– Etiqueta Cero: Para coches eléctricos (BEV), eléctricos con autonomía extendida (REEV), híbridos enchufables con más de 40 km de autonomía en modo eléctrico, y vehículos con pila de combustible.
– Etiqueta Eco: Para híbridos enchufables con menos de 40 km en modo eléctrico, híbridos no enchufables y vehículos de gas natural (GNC, GNL, GLP).
– Etiqueta C: Para turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de 2006, y diésel matriculados desde septiembre de 2015.
– Etiqueta B: Para turismos y furgonetas de gasolina matriculados entre enero de 2001 y 2005, y diésel matriculados desde 2006 hasta agosto de 2015.
El acceso a las ZBE y las restricciones varían según el municipio. En general, los vehículos con etiquetas C y B pueden acceder a estas zonas, pero deben estacionar en aparcamientos públicos. Los vehículos con etiquetas ECO y Cero no enfrentan restricciones.
Debido a las crecientes restricciones para vehículos altamente contaminantes en los centros urbanos, los sistemas Park and Ride se establecieron como una solución para permitir, a menudo de manera gratuita o a bajo costo, el estacionamiento en áreas periféricas bien conectadas con el transporte público. Estos aparcamientos están ubicados en las afueras de las ciudades y están estratégicamente ligados a intercambiadores de metro, paradas de autobús y estaciones de cercanías, fomentando así el uso del transporte público y contribuyendo a reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire en los núcleos urbanos.
Un Park and Ride, o aparcamiento disuasorio, es un estacionamiento de gran capacidad ubicado en las afueras de las ciudades. Está estratégicamente conectado con importantes enlaces de transporte público, con el objetivo de que los conductores que viajan desde áreas metropolitanas aparquen sus vehículos allí y continúen su trayecto hacia el centro urbano utilizando el transporte público colectivo.
Los sistemas de Park & Ride se diseñaron para ofrecer estacionamiento en áreas periféricas, a menudo de forma gratuita o con tarifas reducidas. Estos aparcamientos están estratégicamente ubicados cerca de importantes conexiones de transporte público, como estaciones de metro, paradas de autobús y estaciones de cercanías. Su objetivo es promover el uso del transporte público para reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire en las ciudades.